Las lenguas europeas pertenecen a la misma familia. Su existencia por separado es un mito. Para la ciencia, la música, el deporte, etc., Europa utiliza el mismo vocabulario. Las lenguas sólo difieren en su gramática, su pronunciación y sus palabras más comunes. Todo el mundo se da cuenta de por qué sería deseable una nueva lengua común: se podría renunciar a pagar caros traductores. Para lograrlo, sería necesario tener una gramática uniforme. Las lenguas europeas son miembros de la misma familia. Su existencia por separado es un mito.
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