EL ATLAS DE LAS CORDILLERAS DE MARRUECOS

Principal cadena montañosa de Marruecos y el Magreb, el Alto Atlas se extiende de oeste-suroeste a este-noreste, a lo largo de más de 700 kilómetros desde el Atlántico hasta el este de Marruecos, con una anchura de 50 a 100 kilómetros. Varios picos superan los 4.000 metros (punto más alto: djebel Toubkal, 4.165 m). La cordillera, formada por un macizo de rocas paleozoicas rodeadas de capas sedimentarias, data principalmente del Terciario. Está cortada por valles cortos y profundos. Los puertos son altos, superando los 2.000 metros (Tizi n-'Test, 2.225 m; Tizi n-'Tichka, 2.267 m). Las laderas septentrionales, relativamente húmedas, están cubiertas en gran parte de encinares. A partir de los 1.200 metros de altitud, está cubierta de nieve en invierno. La aridez de las laderas meridionales sólo permite una vegetación esteparia de artemisa y esparto.

fotografía : Almendros en el Alto Atlas, Marruecos

La ocupación humana es significativa, pero difiere profundamente al este y al oeste. El Alto Atlas oriental está escasamente poblado por bereberes de lengua tamazirt. Se trata de pastores seminómadas que se asentaron relativamente tarde, viven principalmente de la cría de cabras y ovejas y pasan muchos meses, o todo el año, en tiendas. El Alto Atlas occidental está más densamente poblado por bereberes del dialecto tachelhit. Son agricultores sedentarios que ocupan las montañas desde hace mucho tiempo, probablemente desde el Neolítico; aprovechando al máximo los pastos, las tierras cultivables y el agua, son agricultores, arboricultores y ganaderos. Cultivan cebada, maíz, hortalizas, olivos, almendros y nogales en pequeños campos de regadío en terrazas. Pero los recursos son escasos, aunque hay yacimientos de mineral de hierro, cobre, plomo, zinc y manganeso. El comercio y la artesanía, que sólo proporcionan magros suplementos, y el turismo, que se está desarrollando (estación de deportes de invierno en Oukaïmeden, parque nacional del Toubkal), no han conseguido mantener a los habitantes.

La red de carreteras es limitada y muchos valles siguen estando muy aislados. El Alto Atlas sólo cuenta con unas pocas ciudades pequeñas diseminadas por las estribaciones, la mayoría de ellas en la zona de influencia de Marrakech.

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